Desde que era pequeña, siempre he soñado con ser actriz. Recuerdo las horas que pasaba frente al espejo, imitándome a mí misma y a mis personajes favoritos de películas. Con el tiempo, ese amor por la actuación creció y se convirtió en mi pasión. A los 10 años, subí a un escenario por primera vez en una obra escolar, y desde ese instante supe que mi destino estaba ligado a la interpretación. He trabajado en diversas producciones, desde teatro hasta cine, y cada experiencia me ha permitido crecer y aprender.